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domingo, 16 de marzo de 2008

EL DIA DE LA MUJER Y DESPUES........

Se ha celebrado el dìa internacional de la mujer con bombos y platillos, es decir con gran impacto, pero al dìa siguiente nos encontramos con las mismas noticias.
Violaciones, maltratos, abusos y seguimos en la misma tonica.Cuanto deberìamos pedir en nuestras oraciones por que eso no suceda, pidamos a Dios por una mujer mas LIBRE.


Acontinuaciòn reproducimos un artìculo publicado en el DIARIO DEL HUILA.COM, escrito precisamente por una mujer MARIA CLARA OSPINA, quien nos presenta una clara realidad del trato que recibe un sector importante de la poblaciòn femenina en Colombia:

Triste día de la mujer
MARÍA CLARA OSPINA
Las colombianas tenemos mucho qué lamentar. El conflicto armado que agobia nuestra Patria ha afectado con especial crueldad a las mujeres. Para una muestra deseo transcribir apartes de la aterradora descripción hecha por el carcelero de las Farc, “Martín Sombra”, del parto de Clara Rojas en la selva estando secuestrada: “Clara se iba a morir porque no le podía salir la criatura (…) Buscamos un libro, miramos cómo era, y le dije a un guerrillero, vamos a rajarla. La dormimos con Xilocaína. La rajamos con un cuchillo.
Fue un poco chambón. Yo creo que ahí le quedó el dibujo (cicatriz). Me echará la madre porque le quedaron los puntos un poco abiertos”. Luego, este “carnicero” convertido en partero, nos asegura: “El secretariado siempre supo que ella estaba embarazada, pero nunca consideró la posibilidad de soltarla”. Esta descarnada descripción es suficiente para entristecer cualquier celebración del día de la mujer. Todos sabemos lo que siguió después de ese día, hace cuatro años, para Clara y su niño. El dolor, el abandono, el maltrato y la separación de madre e hijo. Finalmente, su secuestro ha terminado. Pero sus heridas ¿Cuándo sanarán? ¿Cuántas mujeres como Clara, cuántos de los 700 secuestrados en poder de la Farc son mujeres? ¿Cuántas han sido violadas en cautiverio, vejadas, humilladas? En las recientes marchas ciudadanas desfilaron miles de mujeres con fotos de maridos e hijos. Demandaban saber de su paradero. Vivos o muertos los querían, así fuera para poder llorarlos. La mayoría jamás tendrán respuesta, ni siquiera conocerán dónde se encuentran sus restos. ¿Cuántas viudas y madres desoladas ha dejado la violencia? Tres millones de colombianos desplazados, en su mayoría mujeres y niños, viven desterrados de sus tierras, sin hogar, sin raíces. La frustración, el desarraigo y el hambre de estas gentes las llevan a la violencia, la cual, generalmente, recae sobre los niños y las mujeres, también es causa del altísimo porcentaje de adolecentes embarazadas sin protección ni futuro. ¿Qué vamos a celebrar? Aún en Colombia la mujer gana menos, por el mismo trabajo, que el hombre. La Ley de Cuotas no se cumple. Algunos creen que con nombrar algunas ejecutivas o ministras debemos estar contentas. Los partidos políticos nos han volteado la espalda, no se nos tiene en cuenta a la hora de seleccionar candidatos. Es cierto, hemos avanzado algo, tenemos un pequeño pero efectivo grupo de mujeres en el Congreso, en las gobernaciones y alcaldías, pero seguimos siendo minoría y por lo tanto ciudadanas de segunda. Mientras no haya equidad no seremos iguales. Cuando, en Colombia, disminuya la violencia en contra de la mujer, en todas sus formas, entonces, tendremos algo qué celebrar.

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